Durante este mandato PP-PAR, se ha instaurado una conducta hasta ahora desconocida en el ayuntamiento de Zuera; el ataque indiscriminado a las asociaciones culturales y deportivas del municipio. Estos ataques se han repartido en pequeñas incursiones que han ido debilitando la estructura económica y social de las diferentes asociaciones. Se les ha ninguneado en el día a día, en la toma de decisiones unilaterales, no se les ha tenido en cuenta para asuntos transcendentales, se les ha dejado de lado continuamente en diferentes actuaciones durante estos 4 años.
Partiendo de la base de que la relación con muchas de ellas es inexistente o nula; tenemos un grave problema de comunicación entre los concejales de Deportes (Bolea) y Cultura (Mª Paz) y sus respectivas asociaciones que les atañen. Hay que decir que estos 2 concejales tienen dedicación exclusiva en el ayuntamiento, es decir, mucho tiempo para estos menesteres, es su obligación atender a todas las asociaciones sin distinción, e intentar solucionar sus problemas o al menos escuchar sus reivindicaciones.
Si no hay relación con unas; y con otras hubo reuniones a comienzos de mandato, en las cuales se dedicaron a prometer todo, mejor dicho a engañar a los vecinos con promesas estériles. Engaños con las subvenciones, las cuales nunca se cobraban, engaños con proyectos fantasmas como los vestuarios del campo de fútbol, los cuales se iban a construir en el año 2007, dicho por el concejal Bolea en reuniones mantenidas con el C.D Zuera; y se han construido en el año 2011, gracias a una subvención concedida por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón dirigida por socialistas.
La frágil economía de los clubes o asociaciones está siendo torpedeada año tras año y algunos están en quiebra desde hace tiempo. Los integrantes de las mismas están adormecidos por la inactividad municipal; no solo no hay dinero, sino que tampoco hay oferta municipal en condiciones; cursos, actividades programadas, la oferta cultural está en horas bajas, cursos ofertados y que luego desaparecen, etc.
La situación actual en el ayuntamiento es un reflejo de sus gobernantes; nos encontramos a la deriva en todos los aspectos; no hay directrices políticas, no hay un plande garantías para Zuera el el medio y largo plazo, no hay control ni dirección del personal del ayuntamiento, vacío de poder que perciben los propios trabajadores, no se sabe quién está al mando del timón, coexiste una bicefalia representada por Larqué y Fran. Igualmente hay un abandono del patrimonio municipal (parques en mal estado, mobiliario sin reponer, polígonos abandonados y sin visos de que se construyan, no tenemos suelo industrial, empresas que han venido a pedir suelo y no se les puede ofertar, etc.)
El abandono y ninguneo de las asociaciones es solo la punta del iceberg de todo el desgobierno existente en el ayuntamiento, el cual está cayendo estrepitosamente y en picado, no hay quién lo pare; necesita una cura urgente y ponerlo en cuarentena para restañar las heridas de estos cuatro años de sucesivas peleas internas y grave deterioro de las arcas municipales.
Leónidas.